Los Acuerdos de Paz de 1992 lograron varias cosas positivas para El Salvador, entre ellas:
- Pusieron fin al enfrentamiento armado ocasionado por diferencias políticas e injusticias sociales, es decir, fueron un acuerdo para resolver nuestras diferencias de otra forma, sin violencia;
- Sacaron a los militares del poder del Estado y se lo dieron a autoridades civiles, ósea, fue un acuerdo para que manden los funcionarios públicos electos democráticamente y no los militares con sus armas;
- Establecieron que la única manera de acceder al poder sería mediante elecciones libres, limpias y competitivas, es decir, mediante la voluntad popular, para lo cual se creó el Tribunal Supremo Electoral y el Código Electoral. Eso es, justamente, es lo que ha permitido que tengamos diferentes gobiernos, primero gobernó ARENA, luego el FMLN y posteriormente, alguien de fuera de esos partidos, el actual presidente en licencia Nayib Bukele.
- Los Acuerdos de Paz generaron condiciones para avanzar en el respeto del Estado de Derecho, es decir, que funcionarios y funcionarias, así como la ciudadanía, actuemos apegados a la ley. Para eso, se creó la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y se aprobaron reformas que buscaban el funcionamiento independiente de los distintos Órganos del Estado.
- Se estableció una plataforma mínima para el desarrollo económico y social, la cual debía ser punto de partida para superar la desigualdad y fomentar la cohesión la sociedad. En esa plataforma se incluyeron aspectos sensibles como el problema agrario y la necesidad de crear un foro para la concertación económica y social, con representación del empresarios, gobierno y clase trabajadora.
Los Acuerdos de Paz sí dieron un aporte importante al desarrollo de El Salvador y no es aceptable que se les reste importancia. El problema con los Acuerdos de Paz es que no se cumplieron en su totalidad, por ejemplo, no funcionó el Foro Económico y Social que debía impulsar medidas para poner fin a problemas históricos, como la desigualdad, la pobreza o el desempleo.
Otro problema grave con los Acuerdos de Paz es que hay aspectos en cuyo cumplimiento se avanzó, pero hoy estamos retrocediendo, tal es el caso del respeto al Estado de Derecho, la independencia entre órganos e incluso, la garantía de elecciones transparentes y competitivas como vía de acceso al poder.
El problema con los Acuerdos de Paz es que se abandonó su revisión, seguimiento y actualización.
Hoy día necesitamos una agenda nacional para transformar El Salvador de una vez por todas y los Acuerdos de Paz son un punto de referencia histórica para determinar si hemos avanzado o no en el ideario democrático, pero, sobre todo, para determinar qué hace falta para alcanzarlo.
San Salvador, 16 de enero de 2024.
