
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho -FESPAD- manifiesta su profunda preocupación ante la reciente ratificación, por parte de la Asamblea Legislativa, de la reforma al artículo 248 de la Constitución de la República. Esta modificación altera el procedimiento establecido para la reforma constitucional, permitiendo que una misma legislatura proponga y ratifique enmiendas constitucionales con una mayoría calificada de tres cuartas partes de los diputados electos.
Hasta hoy, el artículo 248 establecía que cualquier reforma a la Constitución debía ser acordada por una Asamblea Legislativa y ratificada por la siguiente, promoviendo así un proceso deliberativo que garantizaba el debate público y la participación ciudadana en asuntos de interés nacional. Este mecanismo buscaba asegurar que las reformas constitucionales fueran producto de una reflexión profunda y de un consenso amplio, evitando cambios apresurados que pudieran vulnerar la estabilidad democrática del país.
La nueva reforma, al permitir que una sola legislatura apruebe y ratifique enmiendas constitucionales, elimina la posibilidad de generar un debate público con participación ciudadana y que el mismo se manifieste en elecciones entre una composición legislativa que aprueba y otra que ratifica una reforma constitucional. Esta concentración de poder en una única legislatura podría facilitar la aprobación de reformas que respondan a intereses coyunturales o partidarios, sin el debido escrutinio popular.
Además, esta modificación podría abrir la puerta a cambios que afecten derechos y garantías fundamentales, profundizando el debilitamiento de principios esenciales del Estado de derecho y la protección de los derechos humanos. La falta de un proceso deliberativo amplio y participativo incrementa la posibilidad de que se aprueben reformas que no reflejen el sentir ni las necesidades de la población salvadoreña.
Que una sola legislatura apruebe y ratifique reformas constitucionales es banalizar la ley máxima del Estado, es someterla a las veleidades del poder total, para fortalecerlo en detrimento de los derechos del pueblo, de la institucionalidad del Estado y del anhelo democrático. La reforma se ajusta a la coyuntural mayoría parlamentaria para eliminar los contrapesos que podrían generar las disposiciones constitucionales.
FESPAD hace un llamado a la Asamblea Legislativa y a todos los actores políticos a reconsiderar esta reforma y a promover mecanismos que fortalezcan la participación ciudadana, el debate público y la transparencia en el proceso de reformas constitucionales. Es imperativo garantizar que cualquier cambio a la Carta Magna sea resultado de un proceso inclusivo, reflexivo y respetuoso de los principios democráticos que sustentan nuestra nación.
La reforma del artículo 248 de la Constitución, abre la puerta a la arbitrariedad, al abuso del poder, buscando fortalecer el poder absoluto.
En consideración a todo lo anterior, FESPAD rechaza la reforma constitucional, pues altera el mecanismo de reforma establecido actualmente y por ende resta poder a la población electora.
FESPAD reitera su compromiso con la defensa del Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos, y continuaremos vigilantes ante cualquier acción que pueda vulnerar estos pilares fundamentales de nuestra sociedad.
¡Nuestra lucha es por la dignidad de las personas!
San Salvador, 29 de enero de 2025.