La violencia en El Salvador es un fenómeno histórico vinculado a condiciones socio culturales y estructurales, por tanto, con múltiples aristas que se expresan en diferentes formas y situaciones en nuestra cotidianidad, una de las cuales son los homicidios, los que colocaban al país en los primeros lugares de entre los más violentos del mundo hace algunos años.
Actualmente, si bien los datos oficiales muestran un descenso considerable en el número de homicidios, dicha forma de violencia sigue presente y las armas son el principal instrumento para cometerlos, de hecho, para el año 2020 la violencia letal acabó con la vida de 1 341 personas y casi el 70 % (926) de los homicidios, se cometió con un arma de fuego1. En el 2021 la Policía Nacional Civil reportó u total de 1140 muertes violentas, es decir, 201 menos que el año pasado2, pero el uso de armas de fuego continúa siendo preponderante. Además, si consideramos que también se utilizan para el cometimiento de otros delitos como extorsiones, lesiones, robos, secuestros o violaciones3, resulta evidente que las armas de fuego tienen una fuerte preponderancia en diferentes actividades ilícitas y por tanto son una constante amenaza para la población en general.
Es importante destacar que la principal víctima de la violencia armada es la población joven. En el caso de las muertes por violencia armada, se reproducen los patrones de afectación de la violencia diferenciados entre hombres y mujeres: en los hombres, muy concentrados en los rangos entre los 15 y los 29 años, con un porcentaje del 53.25%; mientras que en las mujeres, también se repite una victimización a más temprana edad, y una distribución de muertes un poco menos concentrada que inicia el pico también a los 15 años, pero se extiende hasta los 34 para acumular el 50% de los casos4 (FESPAD 2019).
Sobre la cantidad de armas que circulan de manera legal en nuestro territorio, según información proporcionada por el Ministerio de la Defensa Nacional, desde el 2006 al 2020, se tienen registradas en el país un total de 161,576 armas de fuego y, además, se tiene un registro de 526,439 licencias emitidas para la portación de armas5, datos que ponen en evidencia el potencial de violencia que las armas representan.
Esa realidad motiva a nuestras organizaciones a presentar esta propuesta de reforma, construida luego de un proceso de consulta colectivo entre organizaciones de la sociedad civil, líderes comunitarios, representantes de la PNC, de gobiernos municipales y jóvenes, para mejorar los controles y la regulación de su uso en nuestra sociedad.
Así, tanto por el número de diferentes delitos cometidos con armas de fuego; como por el hecho de que la población más afectada es la juventud, y la relativa facilidad con la que una persona puede tener acceso a un arma en el país, son las razones que han impulsado la construcción de esta propuesta para fortalecer nuestra legislación actual en el tema. Entre otros aspectos, en la propuesta se plantean las siguientes reformas:
- Establecer límite a la tenencia de armas. Actualmente la ley permite la compra de un arma cada dos años, sin poner límites al número de armas que una persona pueda poseer, razón por la cual se propone que una persona pueda tener a su nombre una sola arma.
- Incluir en la ley el marcaje da armas y municiones. La marcación ya se realiza en el país, pero no está regulada por ley, por lo cual proponemos se introduzca en ella y se lleve un registro de marcaje de armas de fuego y municiones.
- Otorgarles la facultad a los gobiernos municipales para establecer una veda temporal a la portación de armas. Actualmente la ley establece que el presidente de la República es quien puede aprobar ese tipo de vedas, pero consideramos que lo concejos municipales deberían tener iniciativa al respecto, en tanto conocen de primera mano la situación en sus territorios.
- Reconocer la facultad del presidente de la República para establecer una veda a la importación de armas. Esta es una experiencia que se ha dado en otros países como Panamá y permite al gobierno detener el ingreso de armas al país. El alto uso de armas en el cometimiento de diferentes delitos, la incertidumbre sobre el número real de armas que circulan en el territorio, el impacto social, principalmente en la juventud, y el impacto económico que tiene la violencia armada son criterios suficientes para restringir el ingreso de más armas de fuego al territorio nacional.
- Destinar un porcentaje de al menos un 5% del presupuesto del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública a campañas para educar sobre el impacto de las armas de fuego en la sociedad y desincentivar su uso, desarrollar canje de armas por bienes de consumo e impulsar programas integrales para la atención a las víctimas de violencia armada.
- Establecer una coordinación entre Estado y sociedad civil para impulsar acciones a favor de la cultura de paz y el fortalecimiento del tejido social.
Esperamos que esta propuesta de reforma reciba el apoyo de todos los grupos parlamentarios representados en la Asamblea Legislativa, por lo cual estaremos invitando a darle iniciativa a la misma para que sea discutida a la brevedad posible en su seno.
San Salvador, 25 de enero de 2022.
- Información pública obtenida a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública en la plataforma, de su sitio web: Repositorio de Homicidios Homologados. https://www.seguridad.gob.sv/dia/estadisticas-homologadas/repositorio-de-los-homicidios-desagregados-por-las-variables homologadas/
- Twitter Policía Nacional Civil 1 de enero de 2022. https://twitter.com/PNCSV/status/1477482470064934914?s=20
- Información proporcionada por la Policía Nacional Civil a través de resolución de solicitud de información realizada por FESPAD bajo el número de referencia PNC.1.11.9 No 306-2021
- Impacto de las armas pequeñas y ligeras en la seguridad pública, la cultura de paz y el desarrollo sostenible en la región norte de Centroamérica. FESPAD 2019.
- Información proporcionada por el Ministerio de la Defensa Nacional a través de resolución de solicitud de información solicitada por FESPAD bajo el número de referencia OIR-MDN No. 038/06ABR021
