Cada 8 de marzo, las mujeres del mundo se toman las calles y gritan con mayor fuerza lo que a diario exigen: el respeto de sus derechos y el cese a toda forma de violencia.
En El Salvador, aunque ha habido algunos avances en el tema, los datos muestran una realidad desigual y con serias desventajas para las mujeres. Si bien puede decirse que el acceso a la educación es equilibrado, a nivel básico, el desafío es a nivel medio y sobre todo en educación superior, ya que de las mujeres que ingresan solo el 13 % se logra graduar1.
Por otra parte, las brechas salariales también son evidentes en el campo laboral, aun cuando desempeñan las mismas funciones. A la fecha tampoco es reconocida la labor que se realiza desde casa, siendo actividades no remuneradas, y vistas bajo la óptica de los estereotipos de género.
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho -FESPAD-, ha reconocido, en su momento, los avances que se lograron, principalmente con la aprobación -en 2010- de la Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres (LEIV), así como la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres (LIE), y ha instado al Estado a promover su cumplimiento. En 2011, se abrió la primera sede de Ciudad Mujer, y posteriormente el proyecto continuó ampliándose, siendo un esfuerzo destacado a nivel internacional. Sin embargo, es lamentable que luego de esto, en lugar de avanzar se han dado retrocesos.
Desde la disolución de la Secretaría de Inclusión social en 2019, el programa ciudad Mujer, ha pasado de ser absorbido por el Ministerio de Desarrollo Local a ser trasladado a Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), sufriendo recortes en su presupuesto2 y pasar prácticamente al abandono.
A la vez, es lamentable que aún se sigan registrando hechos de violencia, patrones socioculturales machistas, sexismo y discriminación hacia este grupo poblacional, agravados por la pandemia del COVID-19 y ahora por la implementación del régimen de excepción3.
Las mujeres se han visto afectadas al ser el único sostén económico, cuando un familiar ha sufrido una captura arbitraria, sin mencionar los efectos a nivel psicológicos de los que no hay registro. Aunque la violencia proveniente de pandillas ha disminuido, se han registrado casos de intimidación por parte de agentes de autoridad, acoso, y en algunos casos, amenazando con realizar una captura en el marco del régimen de excepción si no acceden a peticiones de carácter sexual4.
Por otra parte, en 2022 se registraron 64 feminicidios5, y en los primeros meses de 2023 ya se lleva cuenta de 4. Aunque los datos son menores a los de 2021, cuando ocurrieron 132, es lamentable que el Estado no le haya dado la relevancia debida. Reconocemos como positivo que se anule la prescripción de este delito, no obstante, es insuficiente para enfrentar y prevenir la problemática.
La violencia sexual sigue estando presente en el país, de enero a junio de 2022 las autoridades registran al menos 2,997 casos contra mujeres, y de estos 2,123 fueron cometidos contra niñas y adolescentes6. Lamentablemente, tampoco se está promoviendo una educación sexual adecuada para evitar que estos casos ocurran, y lejos de eso se han censurado cualquier tipo de información relativa.
En el caso de las desapariciones, aunque las cifras indican que el número de mujeres desaparecidas es menor que en el caso de los hombres, su impacto es considerable aún cuando no son las víctimas directas, pues además de ser quienes emprenden las labores de búsqueda, también se vuelven el único soporte económico de su familia o se ven obligadas a desplazarse forzosamente por temor.
Además, irónicamente, cuando se ventila un caso de desaparición de una mujer y se logra dar con su paradero, la víctima se ve sometida a un juicio social por parte de su comunidad, amistades, e incluso por parte de las mismas autoridades, especialmente a través de las redes sociales.
El lema de la Organización de Naciones Unidas para este 8 de marzo de 2023 es “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, y aunque las mujeres se han abierto paso en este ámbito para exponer las vulneraciones de las que son objetos, aún hay una gran brecha en cuanto al acceso digital que, tal como expone Naciones Unidas, les impide disfrutar plenamente de tal potencial.
En El Salvador, la esfera digital aún no es un espacio seguro para las mujeres, que se ven expuestas a acoso, misoginia, difamaciones, comentarios sexistas y discriminatorios, que se vuelve mucho mayor cuando se trata de mujeres defensoras de derechos humanos, mujeres periodistas y comunicadoras, o que tienen una opinión que no es del agrado de funcionarios-as, simpatizantes o de las mismas autoridades de Gobierno.
Es penoso que, sumado al acoso callejero, la desigualdad salarial, así como otras violencias que experimentan a diario, las mujeres se tengan que enfrenar al poco interés por parte del Estado para atenderles, así como a pensamientos conservadores que tratan de disminuir sus luchas individuales o colectivas.
Ante este panorama, como FESPAD, instamos:
- Al Estado salvadoreño, a velar por el respeto y cumplimiento de los derechos de las mujeres, promoviendo la implementación de la LEIV y la LEI, especialmente por parte del sistema judicial.
- Al Estado salvadoreño, a cumplir la normativa internacional apegada a la defensa de los derechos de las mujeres.
- A todos los órganos del Estado, a retomar el compromiso con la erradicación de la violencia y discriminación contra las niñas, adolescentes y mujeres, implementando acciones y planes concretos.
- Al Gobierno de la República, a dotar de recursos a las instituciones que tienen trabajo relacionado a los derechos humanos de las mujeres (FGR, PGR, ISDEMU, PDDH, CSJ, entre otras).
- Al sector judicial, a investigar de manera efectiva todas las denuncias por violencia contra las mujeres, especialmente contra niñas y adolescentes.
- A las instituciones, especialmente a PNC, la FGR, a que atiendan los casos de mujeres desaparecidas libres de estigmatización y revictimización.
- Al cese de la violencia digital, especialmente contra las mujeres, por parte de funcionarios-as de instituciones de Gobierno, especialmente de los órganos Legislativo y Ejecutivo.
- FESPAD reconoce el invaluable papel de las mujeres en El Salvador, así como la labor de las organizaciones de mujeres, y reitera su compromiso de combatir toda forma de discriminación de este sector, así como cualquier tipo de violencia en su contra.
San Salvador, 8 de marzo de 2023
- LPG, 2019. Solo 13% de mujeres logra graduarse de educación superior: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Solo-13-de-mujereslogra-graduarse-de-educacion-superior-20190308-0586.html
- LPG, 2022. Ciudad Mujer: con menos presupuesto, menos servicios y en la sombra: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Ciudad-Mujer-con-menos-presupuesto-menos-servicios-y—en-la-sombra-20221127-0053.html
- Revista Elementos, 2023. El Régimen de Excepción se ensaña contra las mujeres de El Salvador: https://revistaelementos.net/miscelanea/el-regimen-de-excepcion-se-ensana-contra-las-mujeres-de-el-salvador/
- LPG, 2022. Mujer denuncia acoso sexual de policía que capturó a su pareja en San Vicente: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/mujer-denuncia-acoso-sexual-policia-captura-companero-vida/1019567/2022/
- Datos del Observatorio de Violencia de Género de la Organización de Mujeres Salvadoreñas -ORMUSA.
- Observatorio de la Niñez y Adolescencia: https://observatoriodelaninezyadolescencia.org/2023/01/12/en-2022-la-violencia-sexual-continuo-afectando-mayormente-a-las-ninas-y-a-las-adolescentes/
